Hace algunas semanas escribí un artículo sobre la Marca Ciudad – Tarapoto en un conocido diario local de nuestra región, muchos personas me han escrito desde entonces preguntándome sobre el trabajo de investigación que venimos desarrollando con algunos colegas y estudiantes de la Escuela Profesional de Turismo de la Universidad Nacional de San Martín. La verdad me complace que muchos se interesen sobre el tema y más aún cuando sé que este trabajo es parte de la contribución que hacemos como universidad hacia la sociedad.
Por ello en esta oportunidad quiero escribir algo sobre el interés de nuestra investigación y así mismo aprovechar dar algunos comentarios sobre la marca ciudad.
Muchos podrían decir que Tarapoto es una ciudad que se vende sola ya que tiene todas las condiciones para hacerlo, tiene aereopuerto, la gente llega por negocios por turismo, etc. Podríamos coincidir en ello, pero una ciudad como la nuestra necesita también ordenarse, estructurarse bajo una visión de largo plazo.
Ahora Tarapoto necesita diferenciarse y hoy resulta cada vez más difícil de hacerlo, ya que la calidad y los costes de los productos son similares. Por ello, la clave de los negocios está en el «branding», es decir, en el poder de la marca como elemento diferenciador.
Para Tom Peters, declarado gurú de gurús por The Economist y la revista Fortune, lo que constituye la diferenciación parte precisamente de los intangibles de una empresa: valor, credibilidad y singularidad de una marca. Así lo explica en el nuevo libro que acaba de publicar bajo el título El meollo del Branding.
A partir de su teoría de las 3 leyes físicas del marketing: Beneficios patentes, Un motivo real para creer y Una gran diferencia, Peters demuestra que la marca es lo que nos define y que ésta es mucho más que el marketing o los logotipos. Tiene que ver con la pasión, con la historia que queramos contar, con la causa que motiva nuestra empresa. Las historias y experiencias serán más importantes en el futuro que los productos, según Peters, porque la capacidad de transmitir emoción es lo más importante en un mundo controlado por la tecnología.
Por todo ello también nosotros necesitamos ponernos de acuerdo cómo queremos que seamos reconocidos y aquí muchos de nosotros no nos estamos poniendo de acuerdo y eso podría poner en peligro el destino turístico que queremos ser: Una de las preguntas que me hago a diario es ¿Queremos ser un destino de fiestas o juergas? ¿Queremos ser un destino donde podemos desarrollar turismo de aventura, ecoturismo, místico, de descanso?
La creación de una marca podría ayudarnos en algo por lo menos a definir colores o mensajes únicos que nos hagan un destino único y mejor aún que nos lleve a construir juntos un destino único, justo y responsable bajo el sistema de la sostenibilidad.
Por todo ello la creación de la marca ciudad simplemente resulta como algo indispensable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario