Recuerdo cuando era estudiante
universitario llevaba el curso de estadística con el profesor Edwin quien con
enorme responsabilidad nos llevò a la ciudad de Trujillo para que viéramos el
famoso Corso Primaveral, con la finalidad de vivir una experiencia turística y
aprovechar en realizar un trabajo de campo; el trabajo consistió en realizar
algunas encuestas a los visitantes de llegaban al corso y a los propios
lugareños.
Estas encuestas consistían en tratar
de obtener información sobre cosas específicas y otras muy generales, donde por
ejemplo se quería saber: Edad promedio, lugar de procedencia, los motivos de su
viaje, cuanto presupuesto tenia para gastar, donde se había enterado del
evento, si compraba algún recuerdo, si realizaría otro tipo de actividades
entre otros con la finalidad exclusiva de conocer el perfil del visitante que
llegaba a este evento primaveral.
A muchos de nosotros nos costó
mucho realizar estas encuestas, pero también nos ayudó a salir de nuestro
cascaron para tratar con diferentes personas de distintas nacionalidades y
poder escuchar sus gustos y preferencias y en algunos casos también escuchar
sus reclamos y quejas, la experiencia fue maravillosa para algunos y traumantes
para otros, porque se recibió mucho rechazos de las personas a las que
queríamos encuestar. Luego de todas estas cosas muchos de nosotros disfrutamos
del viaje, muy aparte del corso primaveral también aprovechamos de algunas
saliditas por la noche, de las playas de la ciudad, de la rica comida, ir de
compras por ropa y de algunos recuerdos de artesanía y souvenirs para los
familiares y amigos.
Después del viaje y con la tarea
de tener los resultados de dicho trabajo y ya para llegar a obtener la nota
final del curso de estadística, algunos estábamos con la soga al cuello digo
esto con la intesiòn de decir que había mucha probabilidad de salir con nota
desaprobatoria del curso. Entonces escucho a uno de mis compañer@s decir. Para
que ya pues hacemos tantas matemáticas y estadísticas acaso en turismo nos va a
servir? Esta siempre es una de las justificaciones que encontramos con la
finalidad de tapar nuestra propia mediocridad. Los que piensen que los que estudiamos
“Turismo” entramos porque es la única manera de alejarnos de los números no
sólo estamos equivocados, sino también estamos fregados.
El turismo amigos y amigas no
sólo se mide, se controla, se calcula y muchas veces también se proyecta, las
estadísticas y las encuestas son de vital importancia, no sólo porque terminan
en un documento bonito si no porque va muchos más allá. La pregunta del millón
es ¿qué hacemos con esa información?, ¿qué hacen los alumnos?, ¿qué hacen los
docentes?, ¿qué hacen los empresarios?, ¿qué hacen los ciudadanos?, ¿qué hacen
nuestras autoridades con esa información? y por último ¿qué hago yó con esos
datos?.
No esperemos ir a algún sitio a
pedir información y que nos digan: entra al www…. Ahí encontraras esa
información o cuando busquemos más información sobre el perfil del visitante
solo encontremos del 2009. Necesitamos analizar muchas más cosas como: ¿Cuánta
es nuestra capacidad hotelera, restaurantera, de nuestros recursos y o
atractivos turísticos? Un ejemplo claro puede ser el incremento de número de
agencias de viajes y operadores turísticos en nuestra región San Martín, como
dice mi amigo Fernando Vera Revollar quizá no podemos impedir de que habrán o
construyan más negocios, pero si podemos decirles cual es el riesgo.
Hay un proverbio que reza “si no lo mides, es
porque no lo estás administrando” y si estas administrando sin medir, quizá
tengas suerte, pero probablemente estés equivocado
No hay comentarios:
Publicar un comentario