Mi profesor de psicología siempre decía “jóvenes yo siempre recomiendo no
escuchar noticias por las mañanas” a mi ese tiempo ya me gustaba la política y
me gustaba escuchar las noticias por las mañanas, ese día yo preocupado pregunté
al profesor ¿Por qué recomendaba eso? Y él respondío con otra pregunta a todo
el salón de clase ¿Qué tipo de noticias escuchan todos los días jóvenes? A la
que todos respondían: Sobre muertes, asaltos, robos, etc. Cada cosa mala nomas
profesor.
Durante mucho tiempo me había entercado con seguir escuchando las
noticias y sin hacer caso a mi profesor no quería aceptar lo que él tanto
repetía, que escuchar noticias por las mañanas sólo causa desgano, mal humor y
todas las cosas negativas por haber, en ese entonces yo gozaba de toda la
energía que un joven de 16 años podría tener y a contrario sentía que las
noticias y los debates llenaban de energía mis días, porque me aprendía cada
cosa en cómo responder y salir airoso sobre cualquier tema, pero lo que no me había dado cuenta en ese
entonces es lo que en realidad generaba era aburrimiento, muchos me decían que
no estaba disfrutando de mi juventud porque lo que hacían las noticias en mi
creo yo, era darme un sentido de pertenencia sobre todos los problemas que
existía en el país, mi región y mi ciudad.
Un día me atreví a preguntarle a un comunicador social que era moderador
de un programa muy conocido en la ciudad de Tarapoto llamado “tribuna libre”
¿Cuál era la contribución de dicho programa hacia nuestra sociedad? Y su
respuesta me impresionó bastante cuando me dijo: el programa sirve como un
desfogue social, donde la gente llama para expresarse libremente y quejarse de
las cosas aunque no sean escuchadas. Esa respuesta me hizo pensar nuevamente en
lo que mi profesor me decía: Que las noticias sólo atraían cosas negativas en
los seres humanos. Lo que decidí hacer en ese entonces era escuchar toda una
semana esos programas radiales y noticias matutinas para luego ser comparadas
años más tarde por mí mismo que era lo
que sucedía y que era lo que había cambiado, pero me llevé con la sorpresa que
la mayoría de personas que llaman a aquellos programas matutinos son personas
adultas muchas veces algunos que otros más avanzados en edad pero finalmente
son casi lo mismo.
Ahora que ha pasado muchos años y he dejado de escuchar estos programas
matutinos me doy cuenta que parte de mi vida ha cambiado, ahora escucho música
en vez de noticias y de verdad me siento con mucho más ánimo que antes, con más
motivación por hacer las cosas aunque ahora sé que las redes sociales también
están siendo tomadas por los noticieros, por ello muchas veces no abro ni leo
la sección de noticias que salen en las redes sociales y sólo compro el “diario
hoy” los días viernes y el “diario el comercio” los sábados y domingos pero
cuando hago ello también me doy cuenta que vivo totalmente desinformado por
algunas cosas que sucede en mi país así como también en mi región o ciudad lo
cual podría manifestarse creo yo, así como en la mayoría una total indiferencia
por lo que sucede a nuestro alrededor.
Hoy que comienza este nuevo año debemos tomar las cosas con calma,
debemos meterle mucho amor y pasión por lo que hacemos, no dejemos que las
noticias malogren nuestro estado de ánimo, debemos ser cada día más
positivistas porque a pesar de nuestras quejas o lamentos que hacemos a diario
incluso por las redes sociales nada podrá cambiar nuestro destino, tampoco
hacerlo más justo.
Las noticias no son del todo malas, pero al menos nos hace ver cuál es
nuestra realidad. Así que no se desanime que 2017 tenemos para ratos.
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