Hace algunos meses atrás un amigo
compartió una información muy interesante sobre la historia de nuestro querido
Perú en relación al imperio incaico y todas las maravillas que nos contaron
cuando estábamos en la escuela e inclusive el colegio, lo importante de esta
historia que quizá se basa en las interpretaciones que podríamos darle a cada
una de ellas.
El mencionaba que hay historias
que no nos contaron o nos mintieron sobre la conquista Española, muchos de nosotros
quizá nos preguntamos durante mucho tiempo de como unos 150 españoles
conquistaron todo un imperio como el nuestro, es casi inexplicable lo que
sucedió hace mucho tiempo. En una de las crónicas españolas mencionan que,
cuando los españoles se dirigían a Cajamarca por las montañas, fueron
alcanzados por miles de indígenas en un valle, a lo que los españoles
atemorizados ese día lo único que podían pensar era, que esa noche sería sus
último día y lo que más tarde se dieron cuenta los españoles era que los
indígenas no venían a destruir a los españoles, sino más bien que fueron a su
encuentro para unirse a ellos y destruir todo el imperio incaico. Esta pequeña
historia de las crónicas de los españoles me hace interpretar de la siguiente
manera y lo que sucede en el mundo turístico muchas veces.
Nosotros los peruanos por así decirlo
somos por antropología, traicioneros, desleales, etc., digo esto por muchas
razones porque en vez de unirnos para trabajar de una forma mancomunada,
siempre estamos buscando como bajarle el dedo a alguien, siempre buscamos
motivos para acusar a alguien que no nos agrada o discrepamos, estamos poniendo
siempre la mala leche por delante en vez de ver positivamente las cosas.
El turismo en nuestra región, no
necesita de divisionismo necesita de gremios organizados y muchos más fuertes,
necesita de funcionarios públicos más comprometidos con el turismo, necesita
una Universidad más cerca de la comunidad con académicos más preparados y
estudiantes más comprometidos con la carrera de turismo, con razón analítica y criterio y con mucha visión a
largo plazo, no puede ser que sigamos cayendo en intereses personales, en
envidias en egoísmos, tal como nos relatan los pergaminos perdidos de la
historia de nuestro querido Perú.
Debemos entender que el turismo
no tiene fronteras, es una actividad multidisciplinaria, política y transversal,
necesita de todos los que suman mas no de los que dividen sólo por satisfacer
egos y orgullos, no puede ser que la pendejada-viveza; deben seguir siendo
parte de nuestra naturaleza, necesitamos que exista más gente que hable con
fundamento y que haga cosas con pasión por el turismo.
La asociatividad sirve para
organizarnos, planificar conjuntamente, y sobre todo controlar de forma
ordenada, para hacer negocios y compras, para articularnos pero sobre todo para
caminar en un solo objetivo ya no necesitamos de gente que divida, necesitamos
gente que sume, gente que apoye iniciativas y proyectos que ya están en camino,
no gente que ponga trabas, es decir necesitamos más gente profesional y si no
sabemos que significa esa palabra no sólo se trata para mí, de “títulos o cartones”, sino de gente que
entienda que las diferencias puede haber pero no hay razones para sentirse
humillados sino más bien de gente que reconozca sus errores y se una al equipo
para construir el imperio que algún día destruimos.
El turismo
simplemente, necesita asociatividad
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