martes, 2 de agosto de 2016

EDUCACIÓN AMBIENTAL Y TURISMO PARA DOCENTES


En uno de mis artículos anteriores trataba de describir algo sobre la educación ambiental. Hoy voy a tratar de proponer algo que hace algunos años hice como practicante de una gran institución en la región San Martín. En aquel entonces pertenecía a un grupo estudiantil de mi querida Escuela de Turismo de la Universidad Nacional de San Martín, en mi alma mater existía un grupo de estudiantes universitarios que era liderado por el Ing. Carlos Rengifo, quien nos invitó a participar de una jornada de capacitaciones que dictaba CIMA Cordillera Azul, aquella institución que se encarga de la administración del Parque Nacional Cordillera Azul y que cuenta con el valioso apoyo financiero de  USAID y el invalorable soporte técnico de científicos mundialmente reconocidos que trabajan en The Field Museun de Chicago.


Desde ese entonces comprendí muchas cosas, en primer lugar relacioné directamente el tema educativo ambiental con mi carrera profesional. Descubrí en aquel momento muchas ideas y logré plasmarlas en una propuesta turística educativa. Aquel entonces la persona encargada de este programa de educación ambiental en la institución antes mencionada era la profesora Pilar Saavedra, una docente y  maestra  en todos los aspectos, a quien agradezco mucho y que tengo la dicha de poderla elogiar por este medio.
Si bien es cierto que somos un país megadiverso, son pocas las personas y las instituciones que han utilizado la herramienta de educación ambiental para desarrollar el turismo, más aun en áreas naturales protegidas. En San Martín tenemos muchas áreas de protección que podrían ser utilizadas con este fin. El turismo es responsabilidad ambiental también, tenemos mucho por educar mediante el turismo. Pero eso es algo que se podrá conseguir cuando nos atrevamos a sacar a nuestros estudiantes del salón de clase, de esas 4 paredes que no determinan la enseñanza y el aprendizaje del alumno o alumna. Podremos hacerlo cuando tengamos con nuestros estudiantes un contacto directo con la naturaleza, con la intención firme de mostrarles in situ la importancia de las plantas y los animales, esa gran función simbiótica que tiene nuestra naturaleza que la hace única y maravillosa.
Hagamos que nuestros estudiantes experimenten e investiguen sobre el gran potencial que tenemos, formemos líderes ambientales que eduquen a través del turismo, haciendo caminatas e investigaciones a las áreas naturales protegidas que tenemos dentro de la región San Martín y si no se puede en su interior (por los permisos necesarios) aunque sea en sus zonas de amortiguamiento, ahí el alumno o alumna aprenderá a amar lo que tiene, además usted le pondrá un plus a su clase, el alumno más que todo se divertirá.
Vamos estimado maestro, cuente a sus estudiantes in situ sobre la medicina natural, cuéntele sobre el paico, la lancetilla, el llantén, la ruda, el té de anís y menta, sobre la ruda, sobre el chuchuwasha, sobre la sangre de grado, la ruda, el ayahuasca. Muéstreles las aves, el pipite, el paucar, el ayaymama, el gallito de las rocas, los búhos y toda esa riqueza natural que tenemos. Si no lograran verlos, al menos les habrá contado y mostrado sus hábitat, pero habrá aportado en sus alumnos un gran interés por conocer nuestra riqueza biológica, aquella que se encuentra incluso en nuestras huertas, sólo atrévase a salir del aula.

Rony Flores Ramírez

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